Consejos humanos de todo corazón

AutorTía Remedios

La maldición de noviembre

Tía Remedios, una vez más empecé el año sola. Siempre me pasa que duro mucho tiempo con algún chavo y como en noviembre terminamos. Mis amigos se burlan de mí y me dicen que es la maldición Marina o la maldición de noviembre porque con toooodo el que ando me pasa.

Lo peor del asunto es que cuando se alejan de mí siempre les pasan cosas grandiosas y yo me quedo aquí como estúpida. Dos de ellos encontraron al amor de su vida, otro se ganó una beca a Brasil y uno más encontró un trabajo en el que le pagan muy bien.

¿Seré un amuleto de la mala suerte, tía? Me duele mucho saber que no puedo hacer feliz a una persona, pero me duele más saber que yo no puedo serlo a pesar de que me esfuerce a morir.

Ya me hice limpias y he ido al psicólogo, pero ya empiezo a creer que este asunto es algo todavía más grave.

Samantha, 24 años, estudiante

Querida Samantha, ¿cuánto es mucho tiempo para ti? Tienes 24 años y has tenido cuatro novios. ¿Cuál era tu plan con cada uno de ellos? Ir al psicólogo sirve para identificar los patrones que se tienen, en este caso para relacionarte, pero no es una solución mágica. Hay que dedicarle un periodo importante de tiempo para que encuentres tus respuestas y cambies tu manera de actuar. Si no le dedicas el tiempo suficiente a entender qué es lo que haces para organizarte las cosas como han ocurrido, pues seguirán pasando. ¿Te das cuenta que el factor común de estas cuatro relaciones eres tú? Y si le tienes pavor al compromiso siempre vas a atraer a tu vida a chavos que no se quedarán contigo. No se trata de que hagas feliz a alguien o que seas feliz tú, se trata de qué sepas a qué se debe la forma en la que eliges pareja. Y tal vez te veas como un amuleto de mala suerte, pero dudo mucho que los chicos que fueron tus novios piensen lo mismo. Y su vida siguió después de haberse relacionado contigo. Te recomiendo que regreses a terapia, pero que trabajes en serio el tema del miedo al compromiso.

Lo sacan de la jugada

Muy buenas tardes, tía Remedios. Estoy muy triste. La verdad yo era una pistola para el futbol. Me burlaba a todos y los equipos se peleaban para que jugara con ellos.

Había como seis equipos que me pagaban para que fuera su delantero y dejé de trabajar y estudiar para nada más dedicarme a jugar. Ganaba como 2 mil pesos a la semana, así que no me hacía falta el dinero.

El problema fue que en un juego, uno de los contrarios me agarró coraje y me dio un patadón que me rompió la pierna. He...

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