Ivaginaria / Dame una mano... o un dildo

AutorElia Martínez-Rodarte

Cuando me invitan a hablar a radio o tele sobre la vida sexual de las personas adultas mayores o con discapacidades especiales, mi única recomendación es: ante la duda, cojan. Lo malo es que en la tele o en radio no puedo decir "cojan". Pero es la idea central.

Ustedes,debiesen ponerse pilas y encomendar a sus jechus, a sus abuelas y abuelos, a todas las cabecitas blancas que les ponen atención, que se pongan a follar mientras puedan porque la vida se acaba y por desgracia, el fornicio es la única alegría genuina y verdadera, de la que sentimos el mero golpe en las gónadas y produce enormes cantidades de sustancias felices.

E incluso podemos informar a nuestros adultos mayores o asistir a las personas con discapacidad, sugiriéndoles juguetes o apoyo sexual profesional.

La edad no pone limitaciones a la vida sexual, pero tampoco la inmovilidad ni la discapacidad deben hacerlo.

Por supuesto que la idea de la asistencia sexual y el uso de juguetes, no es popular o común en nuestro apaleado país, en donde l@s adultos mayores apenas son bien reconocidos y atendidos en sus necesidades de salud pública; nos referimos a países evolucionados en los cuales los mayor@s y las personas con discapacidades forman parte de una población a la cual se destina un presupuesto en el cual todas sus requerimientos son cubiertos. Incluidos las del fornicio.

En mi cada vez más censurada página de Facebook, que es la red social más intolerante y mamila por sus administradores mochos y castrad@s, me han llegado mensajes privados de personas mayores que desean contratar servicios de trabajadoras sexuales, pero se han topado con discriminación por su edad, como si las morras del sexo servicio estuvieran sobradas de billete como para no atender a los señores que solicitan sus aplaudidos tafanarios.

Sin embargo los avances en el estudio de la sexualidad y en el ejercicio de la misma, han dado a los terapeutas sexuales excelentes ideas, como la de adaptar los juguetes sexuales a las necesidades de los adult@s mayores.

Los accesorios y juguetes sexuales con control remoto, con facultades para masturbar o vibrar, y con cualidades asistenciales en el sexo en muchos niveles, han sido promovidos en asilos de ancian@s o en casas de retiro, para ser ayuda sexual de quienes no poseen un compañer@...

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