Ivaginaria / ¿Te huele?

AutorElia Martínez-Rodarte

Cuando inicié Ivaginaria los señores se me venían en hordas con antorchas y todo, para reclamarme que los trataba muy mal. Ash. Pura queja bastante chafa, ¿eh? Porque con el tiempo he tenido que andar poniendo mi cara de banqueta con las feministas, que me traen de la cola por andarlos defendiendo. Que no a todos, y menos si son maltratadores, patanes, arrastrados o malvivientes. Sino al hombre biológico o XY (ash...) como parte de un sexo género que nos ayuda a mantener el balance perfecto que demanda la madre tierra, para que esta especie nociva a la que pertenecemos, siga viviendo.

Entonces he sido llamada con toda clase de nombres impropios, y a estas alturas querido público, cuando ya estoy más corrida por terracería de lo que pudiera pensar, ya me viene valiendo.

Y como ahora tengo que lidiar con las feministas furiosas, con las puristas, con las radicales y con las que siempre están enojadas y no sé realmente porqué razón, entonces ahora debo de cuidar más flancos y andar con el tafanario contra la pared.

La semana pasada intentaron hackear y borrar mi cuenta de Facebook en internet y en las redes sociales, dos mujeres feministas que se oponen a los lavados vaginales.

Sé que esto suena un poco enloquecido, pero así fue. Todo empezó porque yo estaba hablando de la necesidad de algunas mujeres de recurrir a productos que ayuden a limpiar su zona vaginal, como una opción de higiene. Este procedimiento, queridas damitas, es una medida de limpieza que debe estar aprobada por su ginecólogo, porque los efectos secundarios son diversos si abusan de esos lavados.

En especial porque cualquier sustancia que apliquemos en nuestra genitalia, puede alterar nuestra química interna en esa delicada zona, y atraer infecciones y bacterias, y en casos extremos hasta ocasionar ausencia de lubricación entre otros perjuicios.

Los lavados vaginales son procedimientos opcionales que deben ser realizados bajo la supervisión de los ginecólogos y nunca andarnos jurgoneando con limpiezas que nosotras creemos que nos harán bien, o meternos remedios que asumimos son benéficos para nuestro cuerpo.

El problema es que estas señoras pensaron que yo estaba promoviendo los lavados vaginales y que me oponía a que la vagina estuviera en exceso olorosa, como si ésta zona necesitara...

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