Ivaginaria / Lesbianea para conocerte

AutorElia Martínez-Rodarte

Las mujeres necesitamos a otras mujeres. Más de lo que imaginamos. Ese constructo mamila de que: "las mujeres son las que tratan peor a sus semejantas" es un dicho machista y que frunce el culo a muchos señores, porque saben que si nos mantienen separadas, todo tranquilo. Pero júntennos y teman. En la historia de la humanidad se ha demostrado que las damas en grupo pueden dominar como Godzila a Tokio.

El lesbianismo "involuntario" (ash) de las mujeres empieza desde muy jóvenes en muchas, lo cual es normal, porque la besadera entre amigas y primas en una experimentación sensorial, es parte del reconocimiento del cuerpo de las niñas.

La adolescencia entre féminas también se desarrolla en un ámbito de experimentación, pero aquí la definición hacia su preferencia y orientación sexual va a ser rotunda, porque si no se va por el camino de la tortita de atún, es porque ya oteó a algún tipo. Nuestras generaciones milenials ya vienen programados hacia una sana bisexualidad en algunos casos, lo cual significa que son más plurales y visibles.

Pero si una mujer decide que le va a gustar otra mujer, tendrá que pasar un proceso de etiquetación y sombra, porque las lesbianas han tenido que luchar por su territorio dentro de la diversidad bajo un doble estigma: ser mujer y ser lesbiana.

Pero en el plano heterosexual buga, también ha asumido la lesbianez como opción de relación o lío.

Cuando una mujer anda con otra, aprende a conocer verdaderamente la esencia femenina en todos los sentidos: se entera de cómo huele verdaderamente una genitalia y cómo se ve de cerca; asume -extrañada- actitudes de su novia que ella misma tiene; cambia su manera de percibir el cuerpo de la otra persona y de sí misma; se da cuenta de que agarrar unos pechos se siente raro y más si son de silicona; y una serie de revelaciones sobre nuestra propia fortuna y miseria femenina, se van presentando.

Ahora que ya se van animando a hacer la tijerita con alguna primera novia o iniciación en la lesbianez o bisexualidad debo de decirles la mala noticia: aunque creamos que las lesbianas son muy ligadoras, no lo son, y además muchas de ellas odian a las heterosexualas. En algunos casos las bugas somos apestadas en el mundo lesbiano, como si estuviéramos manchadas porque ya nos atravesaron un pene.

Las ventajas de lesbianear y tener una novia...

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