De política y cosas peores / ¿Todo se vale?

AutorCatón

Don Astasio llegó a su domicilio -sito en Hidalgojuarezcarranza No. 95, interior 6- después de su jornada de 11 horas de trabajo como tenedor de libros en la oficina de don Algón. Colgó en la percha su sombrero, el saco y la bufanda que usaba aun en días de calor canicular y luego se dirigió a la alcoba a fin de descansar un rato antes de consumir la frugal cena de gachas que se preparaba él mismo. Lo que vio en la recámara lo dejó atónito, aturdido, estupefacto y sorprendido, si bien no necesariamente en ese orden: su esposa Facilisa estaba en trance de regodeo carnal con el toroso individuo que cada tercer día iba a arreglar la tele, aunque no estuviera descompuesta. No dijo palabra el infeliz mitrado. Fue al chifonier donde guardaba la libreta en la cual solía anotar dicterios para denostar a su mujer en tales ocasiones. Perquirió el último que había registrado, volvió a la alcoba y le dijo a la disoluta pecatriz: "¡Mendosa!" Esa palabra significa mentirosa, falsa. Replicó doña Facilisa: "Astasio: la Tierra gira sobre su eje a una velocidad ecuatorial de mil 669.8 kilómetros por hora. ¿Y así quieres que no se me vuele la cabeza y sin querer haga cosas que no debería hacer?"... En la guerra y en el amor todo se vale, reza el aforismo. Quizá, en efecto, todo se valga, pero no todo es válido. Aun en la política debe tener cabida la ética. La propuesta de Maquiavelo en el sentido de que el fin justifica los medios es sumamente maquiavélica. Si los medios son malos el fin será contaminado por ellos, y terminará por ser malo también. Es el caso de aquellos "fraudes patrióticos" que corrompieron las elecciones en tiempos del priato. En el proceso electoral que culminará el 7 de junio estamos viendo ataques bajunos con los cuales algunos candidatos se degradan unos a otros y degradan el nivel de las campañas. Eso no gusta a los electores, que quieren oír propuestas, no injurias o difamaciones. Ciertamente la política no es ejercicio seráfico, pero tampoco debe ser zahúrda o porqueriza... (Nota: hago propicia la ocasión -así se decía en las antiguas cartas- para manifestar una vez más que no tengo cuenta de Twitter o Facebook, ni portal propio o cosa parecida. Los que aparecen...

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