De todo corazón consejos humanos

AutorTía Remedios

Pierde reflejos

Hola, Tía, me comunico contigo con la esperanza de que me ayudes. Mi problema es que desde hace unos años a la fecha he comenzado a perder los reflejos en el pene, ya que al estar con cualquier mujer o mi novia, de inmediato me humedezco y es una experiencia muy desagradable y muy degradante. Por favor, Tía, de todo corazón te pido me digas a dónde puedo acudir o quién me puede ayudar, de una manera honesta y formal. Me gustaría que pudieras publicar mi caso un miércoles que es cuando más tiempo tengo de leer el periódico. Por favor, Tía, te lo voy a agradecer de todo corazón. Gracias.

Jaime, empleado de farmacia.

......

¡Hooola!, querido Jaime. No me queda muy claro a qué te refieres con perder los reflejos, supongo que te refieres a que has perdido el control sobre tus erecciones. Seguramente ha ocurrido algo en tu vida que te ha hecho perder ese control que tenías sobre tus reacciones ante un estímulo sexual. Te sugiero que acudas a un experto de la Asociación Mexicana para la Salud Sexual. El teléfono para que te den información es el 5573-3460.

Perdón a medias o al 100 por ciento

Tía, mi problema es que mi mujer me estuvo engañando, yo creo que sí anduvo de puta. La amaba mucho, ella era todo para mí, hasta hace cuatro días en que tuvo una llamada en la madrugada y me dolió bastante lo que estos hijos de perra le decían, leer sus mensajes, lo que ella contestaba. Le reclamé, lo negó y me dijo que por qué me metía en sus cosas. La quiero, pero la odio, la aborrezco con toda mi alma, no hay momento en que no esté pensando cómo se la cogerían esos hijos de puta. Mi pregunta es ¿la perdono así al cien por ciento, me hago pendejo, me hago güey (o la mando a chingar a su madre? Ojalá y me contestes, yo compro el periódico todos los días y me da igual el día que me contestes, pero por favor contéstame. La quiero con toda el alma, pero también la odio con toda el alma, no sé por qué me hizo eso si ella era todo para mí, te lo juro que no lo puedo creer. Ayúdame, asesórame, por favor; mis hijos dicen que se van conmigo, porque ya les dije qué clase de madre tenían y ellos igual le reclamaron porque saben que yo no soy ojete, saben que yo de mi casa al trabajo y del trabajo a la casa, excepto cuando tengo que ir a prácticas de tiro o a otra cosa, pero de ahí en fuera no tengo otra ruta; a mí se me han ofrecido muchas mujeres, pero no, porque le tengo miedo a las enfermedades de transmisión sexual y porque además la amaba, pero en...

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