De todo corazón

AutorLa Tía Remedios

¿Arrivederci?

Hola, Tía, soy italiano y vivo en Aguascalientes desde el 2008. Me vine para acá porque conocí a una mujer en Guadalajara. Todo salió bien por un tiempo. Cuando llegó mi dinero de Italia compré muebles en Tonalá, además de una camioneta y maquinaria para trabajar la madera, y abrí una carpintería. Duré con la carpintería poco tiempo, porque me fui con una señora que tiene una pequeña fábrica de puertas, y estaba enamorado de ella. El acuerdo era que tenía que pagarme 2 mil pesos a la semana, pero nunca cumplió. En este tiempo vivía solo y con mi trabajo, gracias a Dios, no me faltaba nada, pero ella me propuso vivir en su casa y, por amor, le dije que sí. Vendí algunos muebles y le di en efectivo 8 mil pesos para terminar de arreglar un cuarto de su casa. Ella era siempre muy grosera y me decía que me fuera, luego se le pasaba y me pedía perdón. Eso duró como año y medio. Entonces me enteré que un amigo vendía un "cyber" y lo compré con un préstamo que ella solicitó al banco de 98 mil pesos; yo me quedé con 60 mil pesos para la compra. Me fui a vivir atrás del negocio, en un cuartito chico y le pagaba lo del préstamo. Le pedí que me regresara los 128 mil pesos de lo que se quedó (muebles, camioneta, herramienta, etcétera) y no quiso. Cuando estuve solo pensé en todo el daño que me ha hecho. Eso pasó en diciembre del 2010. En el año nuevo me embargaron todo por un pagaré que firmé de 60 mil pesos, pero la firma no era la mía, y para que me regresaran mis cosas tuve que firmar un convenio y pagar 2 mil 210 pesos por 19 meses. Después, conocí a una señora que me ayudó mucho, y con quien aún estoy, es muy amable y amorosa; salimos adelante poco a poco hasta que decidí vender el "cyber" para abrir un negocio de pizza y caí otra vez, esta persona dio un anticipo de 15 mil pesos y quedó en pagarme desde el 15 de mayo y nada hasta la fecha. Tía, te escribí sólo porque no quiero que a nadie le pase lo que pasó a mí, que nadie confíe en nadie. Ya no tengo nada qué hacer en este mundo, ya me cansé de sufrir, sólo me da lástima por mi pareja, ella no tiene culpa de nada, al contrario, siempre me ayudó cuando pudo. Hoy es mi cumpleaños y el último día que trabajo, ya no tengo dinero para salir adelante, contaba con el pago de este señor para los gastos. Adiós, Tía, perdón por molestarte y que Dios te bendiga siempre.

Italiano, 52 años.

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Hola, querido Italiano, leerte me ha causado un estrés que para qué te cuento. Espero que esto lo...

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