Ahogado de la risa

AutorPez Globo

Porque de muertos y tragones están llenos los panteones, aquí les dejamos unos chistes para que disfruten su calaverita.

Un sujeto regresa a casa después de visitar al médico y le informa a su esposa que sólo le quedan 24 horas de vida.

La esposa recibe la noticia afligida y pregunta al marido qué puede hacer por él. El hombre contesta que dado que sólo le restan 24 horas de vida, quisiera pasarlas en romántico ambiente.

La esposa accede a la petición de su esposo y hacen el amor apasionadamente hasta quedarse dormidos.

Pasado un buen rato, el hombre mira su reloj y se da cuenta de que solo le quedan 18 horas de vida. Despierta a la mujer y le pide lo complazca nuevamente, a lo que ella accede.

Más tarde, el hombre echa un vistazo a su reloj y puede ver que ya únicamente cuenta con 12 horas de vida.

Vuelve a despertar a su mujer y de nuevo se entregan a la pasión.

Entrada la madrugada, el hombre mira nuevamente su reloj y calcula que ya sólo le quedan 4 horas de vida. Toca el hombro de su mujer para despertarla, pero ésta despierta, voltea a verlo enfadada y le dice:

- ¡Ya cabrón! ¡Como tú no tienes que levantarte mañana al velorio!

El marido, en su lecho de muerte, llama a su mujer. Con voz ronca y ya débil, le dice:

- Muy bien, llegó mi hora, pero antes quiero hacerte una confesión.

- No, no, tranquilo, tú no debes hacer ningún esfuerzo.

- Pero, mujer, es preciso -insiste el marido-, es preciso morir en paz. Te quiero confesar algo.

- Está bien, está bien. ¡Habla!

- He tenido relaciones con tu hermana, tu mamá y tu mejor amiga.

- Lo sé, lo sé ¡Por eso te envenené!

Un anciano predicador que...

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