Consejos humanos de todo corazón

AutorLa Tía Remedios

Engañada con hermana

¡Mi querida, tía! Estoy muy triste porque encontré a mí marido en la cama con mi hermana. De eso ya tiene como medio año, él me juro que fue un error y todo, yo creí en él y seguimos. Pensando en mis hijos decidí darle otra oportunidad. Pero resulta que me acabo de enterar que ellos se siguen viendo y ya está embarazada. La verdad no sé qué hacer o cómo actuar.

Juanita, 30 años, ama de casa

Querida Juanita, dices que tu marido dijo que fue un error tener sexo con tu hermana y le creíste y te quedaste con él por tus hijos. Mmmm... ¿para que tus hijos aprendan que hay hombres que se acuestan con quien sea, sin respetar los vínculos familiares?, ¿o no pensaste en que las conductas de los padres son educación para los hijos? Entiendo, bien, ahora ¿qué quieres hacer? La realidad es que tu marido va a tener un hijo con tu hermana y es algo que no puedes deshacer. Tu hermana va a tener un hijo que será primo y hermano de tus hijos. Ni siquiera puedo imaginar lo que sientes por lo que ha hecho el padre de tus hijos y tu hermana (quien sabe qué rollo atorado hay en tu familia para que ella haya hecho esto), pero debes decidir si todos pueden formar una familia donde hay un señor y dos mujeres con toda su descendencia (tus hijos y ahora el que va a tener tu hermana), o si vas a separarte y dejar que ella sea ahora la mujer de planta y todos los demás (tus hijos y tú) los parientes. Sea cual sea tu decisión, la realidad es que tienes que hablar con el papá de tus hijos y resolver qué va a pasar de ahora en adelante.

La taxista la alerta y ella se ofende

Hola, cómo estás, Tía, espero que muy bien. Pue qué crees, el otro día me subí a un taxi, y ni me di cuenta que el chofer era mujer. Obvio, hasta me sentí como más segura con ella, porque ya ves que luego hay cada taxista... pero resultó muy grosera, Tía.

Yo había ido al Centro a hacer unas compras y andaba bien cargada, y pues ya no digas que me ayudó a subir todo, no, lo que pasó fue que me decía que no debería andar haciendo tanta compra sola, que porque hay mucho ratero y que si me veían a mi solita pues era más fácil para ellos; pero ahí no paró la cosa, me dijo que andando con vestido, como yo iba, pues que eso estaba todavía peor, que así no podía andar por esas calles, que iban a pensar otra cosa, pero espérate, Tía, además, me dijo que yo ya no estaba para andarme poniendo vestido y, digo, Tía, no soy una jovencita, pero a mis 43 años todavía estoy de...

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