Se dan otro chance

AutorLaura Ruiz

PUEBLA.- CUANDO ALBERTINA Martínez Bazán cumplió 81 años, con un dolor de rodillas que la obligó a cerrar su papelería una década atrás, no imaginó que se convertiría en universitaria y que con compañeros pondría un restaurante.

Albertina se había jubilado de Teléfonos de México, tuvo su negocio por 25 años y, cuando la edad le ganó, se retiró y vivió momentos de tristeza, hasta que su hija le propuso que ellas dos y un hermano discapacitado entraran a un proyecto.

Junto con otros 60 jubilados y adultos mayores, los tres se pusieron a estudiar un diplomado en Administración de Empresas de la Universidad de la Edad de Oro, proyecto de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

Albertina fue la más grande de su grupo, en el camino perdió a algunos compañeros por problemas de salud, pero al final, con seis estudiantes, incluyendo a sus hijos, crearon Nutri Natura, un proyecto de comida saludable.

Aunque se trata de un negocio en el que a la larga los socios que trabajan a manera de cooperativa esperan ganancias, a ella y a otras personas que no tenían una ocupación, les levantó el ánimo.

"Nos sentimos unas personas que ya no podemos hacer nada y al contrario, hay que despertarnos el amor por la vida y por salir adelante.

"Todos los que nos jubilamos pensamos que vamos a llegar a la casa y que se nos acabará la vida, porque ya no somos personas útiles, ¡mentira!", dijo la emprendedora.

Tras organizarse con lo aprendido en el diplomado, su ex papelería agarró forma de restaurante, los socios se trajeron los trastes y electrodomésticos de sus propias cocinas y el trabajo empezó.

Cuando arrancaron, recuerda María de Lourdes Curro, hija de Albertina, lo hicieron con 20 ensaladas que vendieron por los pasillos de Ciudad Universitaria, ubicada a unas cuadras del local, sin esperar el resultado que tuvieron.

"A la siguiente semana tuvimos que surtir 100 ensaladas diarias. ¡El mundo se nos vino encima! ¿Por qué? Porque el equipo está conformado por personas diabéticas, hipertensas, ya mayores.

"Había que levantarse a las 5 o 6 de la mañana, había que ir a hacer las compras, había que preparar la comida y había que ir a repartir", recordó la jubilada del magisterio.

Al paso de las semanas, el negocio que arrancó en enero de este año requirió de contratar más personal y...

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