Son ejemplo ecológico

AutorLaura Rui

CUETZALAN.- Mientras a nivel nacional se estima que 46 de cada 100 hogares separan la basura antes de entregarla al servicio de limpia, en este Municipio -catalogado como Pueblo Mágico con raíces indígenas-, cerca de 60 hogares realizan esa práctica, de acuerdo con el Cabildo municipal.

Incluso, en la localidad no se hacen cobros por la separación de desechos.

Estar arriba de la media nacional se debe a la suma de las prácticas del campo y de conciencia ecológica, a las buenas enseñanzas que han dejado programas de desarrollo social y a la forma en que el Ayuntamiento trata los residuos.

A sus 63 años, el campesino Miguel Márquez recuerda que Cuetzalan supo qué era basura inorgánica o cueto, como le dicen a lo no reciclable en náhuatl, cuando este tipo de desechos llegaron al pueblo en los años sesenta.

Primero fue el cartón del jabón en polvo y luego el plástico para envolver la carne, el cual, lamenta, no sólo llegó a contaminar, sino a afectar el trabajo de familias como la suya, que suministraban hojas de plátano a los carniceros con las que se conservaba la carne.

Aunque en las casas aprovechaban lo orgánico como abono para siembras de verdura y café, agregó Márquez, fue hasta el sexenio pasado cuando a las señoras que recibían apoyo de Oportunidades les dieron una clase de reciclaje.

"Nosotros sí lo separamos, lo que es plástico en una bolsa y lo orgánico en otra. Es por si alguien lo quisiera vender y aprovechar, no hay que ser envidiosos, hay que ver que no haya egoísmo y así se deshace más rápido el plástico", comentó.

Con la reutilización que se...

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