Entregas en caliente / Adiós Natasha

AutorGuillermo Hérdez

Ricky folla como loco con dos bailarinas del ballet Bólshoi dentro de un clóset de mantenimiento. Mientras una de ellas recibe los empellones húmedos por atrás, en una deliciosa posición del perrito, la otra deja que Ricky le muerda el clítoris, con las piernas bien abiertas y unos gemidos que llegan a los oídos de toda la compañía. Pero las bailarinas, que ya se alistan para salir a escena, están acostumbradas a esas escapadas sexuales por lo que nadie se inmuta. Rebeca está ocupada tratando de hacerse un chongo apretado en el cabello y Natasha se ha puesto un vestuario especial que le trajo personalmente Nicolai, el agente ruso que está tratando de ayudar a Rebeca y a sus amigos a salir de Rusia para escapar de la persecución del gobierno. Después de hablar unos minutos con el agente secreto, se da cuenta de que ella sí quiere ver qué ocurre dentro de ese clóset, pues siempre ha sido una persona muy curiosa. Y así sella su destino, pues al abrir la puerta encuentra a su novio Ricky, al amor de su vida, follando de lo lindo.

Él no puede sino poner cara de sorpresa y cometer una tremenda tontería cuando dice:

-¡Hola! Te estábamos esperando... mis primas y yo.

Natasha, hecha un mar de lágrimas, sale corriendo del teatro sin fijarse si alguien la sigue o la descubren.

Ricky se viste como puede y sale tras ella. Nicolai no tiene tiempo de advertirle que todas las calles están vigiladas, que hay agentes desperdigados en cada casa de la ciudad.

Es demasiado tarde.

Un francotirador alcanza con un tiro preciso el corazón de Natasha. Ricky apenas alcanza a sostenerla mientras la bella rusa cae al piso, herida de muerte. Al parecer le quedan sólo unos minutos de vida.

-No me dejes, Natasha, eres el amor de mi...

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