Ser gótico / Última morada a la francesa

AutorMacarena Muñoz Ramos

A mediados de los años 90 grupos de chicos góticos visitaban con frecuencia el Panteón Francés de la Piedad que se ubica sobre la Avenida Cuauhtémoc esquina con la lateral del Viaducto Miguel Alemán. Junto con el Panteón de San Fernando (en la colonia Guerrero) son las últimas moradas más "céntricas" de la Ciudad de México. Se trata de cementerios antiguos con mucha historia y donde reposan personajes reconocidos (desde militares revolucionarios hasta actores como Mauricio Garcés, Miroslava, María Félix y su hijo Enrique, locutores como Paco Malgesto, escritores como José Revueltas y ex-presidentes como Manuel Ávila Camacho). Pero se preguntarán ¿quién querría pasear por un cementerio por simple gusto? Muchos, se los aseguro.

Estos lugares son fuente de conocimiento histórico, religioso, social, arquitectónico y artístico, entre otros. Y el Panteón Francés de la Piedad no sólo encierra entre sus muros este acervo, sino una oscura atracción que seduce a los vivos.

Fue durante la segunda Intervención francesa en México (1862-1867) que el gobierno de Francia se preocupó por el descanso eterno de sus soldados. Así que se buscó un terreno con elevación suficiente para impedir las inundaciones. Se eligió uno cercano al Río de la Piedad y pronto se comentó que sería construido tratando de seguir el trazo del cementerio parisino Pere Lachaise. Finalmente, la gran calle central remataba en la capilla funeraria de estilo neogótico en torno a la cual se ubicaron los mausoleos. Y en la entrada, justo encima se colocó esta frase en francés: "Heureux qui meurt dans le Seigneur" (Dichoso aquel que muere en el Señor). Los primeros en ser sepultados en el Panteón Francés de la Piedad fueron los oficiales del ejército francés durante marzo de 1865. Los soldados poco a poco fueron trasladados desde otro cementerio que se ubicaba a un lado de la Iglesia de Santiago Tlatelolco aunque esto no ocurrió de forma inmediata. Hay una lápida que dice que reposan 163 soldados franceses muertos durante la "Campagne du Mexique" pero los archivos demuestran que en realidad fueron 172. Una de las primeras curiosidades que marcó a este cementerio es que se separaron a los difuntos según sus creencias religiosas. Por un lado los protestantes: belgas y suizos, y por el otro los católicos que eran la mayoría de los franceses. Esto se consiguió gracias a que la reforma liberal de Benito Juárez -muy inspirada en el modelo francés de secularización- obligó a la Iglesia dejar de...

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