Ivaginaria / Patanas

AutorElia Martínez-Rodarte

Como si fueran nuevos y no conociesen mi conocido activismo a favor del pene, algunos señores se han mostrado enfadados por el artículo de los patanes y se han manifestado. Que no les caiga el saco. Pero como siempre vivo en equidad de género, ahora escribiré sobre los diferentes tipos de patanas a los que ustedes se van a enfrentar alguna vez en su vida.

Si todos nos condujésemos siguiendo los cinco preceptos medievales de la caballería (valor, lealtad, generosidad, cortesía y franqueza) no tendríamos ningún problema, pero encuentro cada vez a muchos más hombres, con la disposición de soportar la patanería de una mujer, fuera de sus cabales.

La patana automovilista, que se vuelve así porque imita a las conductas masculinas y las ha asimilado como propias, es una de las primeras descartables. Es como comprar una tragedia automovilística. La señora es una planta carnívora al volante. No existe ser vivo, vehículo, ya no digamos señalamientos que no haya violado con su auto, sea de 4 u 8 cilindros. El coche es su escudo y maldecirá cual hiena infernal: ¿quién osa a interrumpir su sesión de maquillaje en cuatro tiempos, su llamada a través del teléfono celular y su sintonización frenética en el radio?

La patana ebria es una constante: les advierto que en las posadas siempre hay una tragedia de alguien que se besuquea con otr@s, o se devela la encueratriz espontánea que nunca falta en cualquier fiesta respetable, o la que en el karaoke va a cantar todas las de Paca, Jenny Rivera y Lupita D'Alessio, porque de pronto se sintió so retro. Si eres una patana de esa clase recuerda que vas a ver a los besuquead@s todos los días, no te encueres gratis y recuerda que el karaoke siempre implica hacer el ridículo (aún sin alcohol).

La patana del varo es una que muchos ahora están padeciendo, cuando abrieron la cuenta de las tarjetas de crédito y se enteraron que están siendo ordeñados, pero en mal plan. Si ella nada más te quiere ver cuando traes dinero, y sólo si vas a gastar en ella, algo está mal en esa relación y es como un sexo servicio disfrazados de noviecitos santos. Si van a adelgazar, que no sea el presupuesto.

Y lo mismo con la patana "con todos menos...

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