Nosotros los jotos / Pásele a La Taquería

AutorAntonio Bertrán

Aquí es, ¿cuaaántos? Pásele, joven, tenemos amplio surtido: el taquito de la casa, que es de ojo, por supuesto. Y también de orejita con y sin piercing, de ombligo pellizcado, ubre rosadita o pezón prieto, de labios carnosos y nalga p'al atracón, de cuerito corredizo y cabecita al aire, pecho o brazo tatuado, de huevito y huevote peludo o rasurado...

¿Cuál se le antoja? ¿Qué parte del varón lo provoca? Su amigo Carlos Cabrera, El Andariego, lo atiende personalmente y tiene taquitos pa' satisfacer los gustos más exigentes. Que su antojo son los morenos, ¡aquí hay! Que su debilidad son los güerillos, ¡tenemos, cómo no! Que usted disfruta la carne pegada al hueso, ¡llegó al lugar indicado! Que la boca se le hace agua con las porciones abundantes, ¡aquí hay por kilo, con grasita o pura maciza!

La Taquería del Andariego lo acoge desde hace seis años. Pase, sieeéntese con confianza. ¿O se los echa parado? ¡Con todo respeto, joven, no lo estoy albureando! Aquí tiene nuestro menú, nomás dele pa'rriba o pa'bajo. Oooh, que no es albur, joven, nuestro menú es electrónico.

Ay, pero mire nomás qué sonrisa tiene usted. ¡Yaaa, no ser ría así que me lo como a besos! ¿A poco no le habían chuleado sus dientes tan parejitos? ¡Ya me imagino las mordidas que ha de dar! Ándele, sígame sacando la lengüita que ahorita viene Carlos y se la retrata entre esos labios hechiceros.

A ver, ya que estamos en confianza mire para allá. ¡Hombre, qué perfil tiene usted! Y con la luz de la ventana las sombras hacen un juego preciosos con sus rasgos. No se chivee, por Dios, mejor anímese a ser el próximo taquito de la casa. ¿Cómo que está re feo, quién dice? "Todos somos un taquito para alguien", repite a cada rato mi jefe Carlos. Siempre habrá quien diga: "A ese me lo quiero comer con su chilito toreado y su cremita, mmm".

Y no se haga, ya me di cuenta de que a usted el que más le gusta es el taco de ojo. Seguro que a cada rato los chavos le alborotan la tripa en el camión o en mitad de la calle. Aquí entre nos, igual es Carlos, y dice que empezó con La Taquería para mostrar la belleza masculina fuera de estereotipos y la mamada, pero a mí no me engaña, lo hace por puro morbo porque fíjese que con esto no gana nada...

¿Que dónde está Carlos? En la Meche, ahorita viene y se lo presento con mucho gusto. Va a La Merced lunes y miércoles. No se crea, ya tiene sus marchantes guapos que se lo cachondean, ¡el quesero le da unos abrazotes que pa'qué le cuento!

Ah, y le aclaro que va...

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