Ángeles y demonios

A ver si ahora sí se le cumple el deseo al comisionado presidente de la CAIP, Javier Fregoso Sánchez.

Después de publicar los resultados de la evaluación aplicada a los sujetos obligados, aseguró que con más capacitación podrían mejorar los números de Ayuntamientos y partidos políticos.

Sólo que hay un pequeño problema: el presupuesto del órgano garante no supera los 15 millones de pesos y eso, dicen, es una limitación.

Pero ahora que ya no está Blanca Lilia Ibarra -quien tan incómoda le resultaba al Gobernador Rafael Moreno Valle-, tienen la esperanza de que les aumenten los recursos y así puedan llevar más cursos a los municipios y a los funcionarios de partidos.

Porque entre la falta de dinero y la falta de voluntad de los actores para cumplir la ley, de plano no se ve cómo puedan obtener mejores notas.

Más aún porque está visto que eso de la transparencia no es uno de los puntos fuertes de la administración estatal.

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Y hablando de transparencia, aunque es un dicho muy famoso ese que reza que el buen juez por su casa empieza, el diputado de PSI, Marco Antonio Rodríguez Acosta pareciera no conocerlo.

Resulta que como presidente de la Comisión de Transparencia del Congreso del Estado anda muy activo y quiere que se cumpla la ley pero -aplicando otro dicho- ¡en los bueyes de su compadre!

Porque está muy bueno...

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