De política y cosas peores / Plaza de almas

AutorCatón

Pete Gonzalez -el nombre es inventado- murió en la más ridícula forma que se pueda imaginar. Desde luego su muerte no supera la ridícula forma de morir que tuvo el dramaturgo griego Esquilo, de quien se dice que pasó a mejor vida cuando en la playa un águila apresó a una tortuga, y luego la lanzó contra una roca a fin de romper su caparazón y poder comer su carne. La tal roca no era roca: era la calva de Esquilo, que así murió víctima de fuerte tortugazo. La muerte de Pete Gonzalez fue un poco menos risible, pero de cualquier modo fue muerte. Soldado del ejército de EU, regresó vivito y coleando de la guerra de Vietnam. Para celebrar el feliz retorno viajó a su pueblo de origen, uno de Veracruz, costero. En la estación del tren lo esperaban sus papás. Con ellos echó a caminar, feliz de la vida. La plataforma de salida tenía piso de madera. Vio Pete el letrero con el nombre del pueblo, que colgaba sobre ella, y en su gozo se propuso saltar para alcanzarlo con la mano. Brincó, en efecto, Pete Gonzalez, y alcanzó el letrero. Pero al caer en el piso de madera las tablas cedieron y el infeliz cayó al vacío. O no tan vacío, pues por abajo corría una especie de río subterráneo, cloaca o albañal. Las aguas arrastraron a Pete, y no se le volvió a ver. Pete tenía un hermano loquito que se parecía mucho a él. A la mamá de Pete se le ocurrió una idea. (¿Por qué las ideas salvadoras vienen siempre de las mujeres, si se exceptúa quizás el caso de Eva?). Les dirían a los americanos que el loquito era Pete. La guerra lo había trastornado. Regresaron con él al otro lado -tenían visa-, y nadie se cuidó de investigar. Los papás de Pete, que en paz descanse, empezaron a recibir la pensión de veterano de su hijo, y otra muy buena cantidad aparte destinada a los gastos de atención del pobre enajenado. Un día éste murió. Los papás se lo llevaron sentado en la camioneta, como dormido, lo pasaron a México y le dieron en su pueblo cristiana sepultura. Luego se consiguieron ahí mismo otro loquito -la...

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