De política y cosas peores / Reforma peligrosa

AutorCatón

Don Cálamo Cano y don Valetu di Nario, señores de edad más que madura, estaban en la banca del parque donde se reunían diariamente a platicar. Frente a ellos pasaba un gárrulo desfile de lindas chicas vestidas con brevísimos atuendos. Don Cálamo le dice en tono lamentoso a don Valetu: "¡Qué pena, amigo mío! ¡Las muchachas en plena revolución sexual, y nosotros ya sin rifle!"... Jactancio, hombre fatuo, fantoche, farolero y fanfarrón, llevó a su hijo más pequeño al zoológico. (De visita, claro). En el momento preciso en que llegaron al sitio donde se hallaba el elefante éste mostró con naturalidad selvática su paquidérmico atributo. "¿Qué es eso?" -preguntó el niño lleno de curiosidad. "Es el pene del elefante" -respondió Jactancio. Dice el chiquillo: "Cuando vine con mi mamá y le hice la misma pregunta ella me contestó: 'Eso no es nada'". "Lo que sucede, hijo -explicó con suficiencia el elato tipo-, es que tengo a tu madre muy mal acostumbrada"... Las mujeres son capaces de hacer cualquier cosa por despecho, y los hombres por dos pechos... Hacía mucho tiempo que no tenía yo dificultades con doña Tebaida Tridua, presidenta ad vitam interina de la Pía Sociedad de Sociedades Pías, organismo no gubernamental -pero con subsidio del gobierno- encargado de velar por la preservación y desarrollo sustentable de las buenas costumbres, y de las regulares. El cuento que viene al final de esta columnejilla, sin embargo, provocó en la ínclita señora un súbito episodio de exantema furfuráceo con erupción vesicular en cierta parte que por respeto a su calidad de dama no menciono. Por tal motivo las personas con amagos de moralina no deberían leer ese relato. Tampoco deben posar en él los ojos los individuos de mente tan abierta que todas las ideas se les salieron. Busquen mis cuatro lectores más abajo tan vitanda historia, y díganme si no hay motivos para pensar que es cierto eso de la decadencia de Occidente... Igual que el Sol (el astro, no el periódico), la reforma fiscal no hace distinción de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR