La sobrina sin remedio / Calurosa y húmeda

AutorMelodyPetite

Era una noche calurosa y húmeda como suelen ser en Cancún, amo este tipo de clima, pero a veces necesito una ducha refrescante antes de acostarme para dormir más relajada (porque no me gusta dormir con el minisplit que me da frío), así que Erick y yo entramos juntitos a la regadera y como es de esperarse él siempre tan atento enjabona mi cuerpo y no crean que es porque anda de libidinoso toqueteando mi cuerpo *léase con tono sarcástico.

Yo estaba empapada y no sólo de mi cuerpo, sino que también mi entrepierna tenía cosquillitas, así que lavamos muy bien cada rinconcito porque se avecinaban unas tremendas travesuras en la cama, entonces desesperada salí a medio secarme el cabello y aplicarme crema para que no se esponjara, pero Erick no dejó que siguiera con los tratamientos de belleza, me tomó por la cintura y enseguida me rugió al oído, es decir ese sonido que haces al estar bien cachondo y no puedes esperar ni un segundo más, así que me aventó a la cama, haciendo que mi cabeza quedara en el borde del otro extremo y como un felino recorrió a su presa de pies a cabeza para reconocer la mejor tajada para iniciar la degustación de su manjar, and you know, my hips don't lie! (Y tú sabes, mis caderas no mienten) el exquisito elixir del amor que derramaba mi conchita es súper vital, así que se sumergió en mis piernas y me dio unos lengüetazos, pero yo ya estaba más que prendida, no quería una lengua corta, quería una larga verga, aunque hasta ese momento no sabía a ciencia cierta lo que realmente quería.

Jalé su cabello y situé su cabeza a la misma altura que la mía, con eso di la señal para que la metiera hasta el fondo, pero que fuera a un ritmo paulatino (ni se les ocurra decir DES-PA-C... que ya me tiene hasta la coronilla esa canción, jajajja) en fin una vez dentro de mí y moviéndose calmado, yo empecé a imaginarme penes en mi cara y me saboreaba las carnes que estaban en mi mente, y al ver esto, Erick me preguntó: "qué necesitas?, quieres mis huevos?!".. Ayyy papantla tus hijos vuelan!!.. y volaron directo a mi rostro tratando de compensar mis deseos sexuales, pero eso no quedó ahí, o sea imagínense tener unos huevos suavecitos, recién bañaditos, súper limpios y oliendo bien rico en sus narices, bueno no tanto así, o sea sí pero no, es decir si son hombres heteros no creo que se imaginen unos huevos en su cara, jajajja sino al revés, todo lo contrario, bueno, ustedes me entienden; tanta fue mi hambre que me pasé a otra zona más...

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