La sobrina sin remedio / Colita de caballo

AutorMelody Petite

I'm so excited! (Estoy muy emocionada!) sigo muy feliz y súper agradecida con la vida, desde que llegué a Budapest no he parado, casi todos los días he trabajado, ya grabé para los grandiosos Reyes de la realidad, es decir "Reality Kings", aunque bueno, esa grabación fue buena, pero no tan maravillosa como yo esperaba, ya que hubo unos contratiempos malisísimos, que tendría que contarlos en un stand up, para que se caguen de risa, literal. Jajjaja.

En fin, no nos adelantemos, vayámonos por partes, antes de contarles las travesuras que he hecho en Hungría, terminemos las de España; hoy es el día que hablo sobre Public Disgrace, por si no lo recuerdan, es la productora que se encarga de grabar en la calle frente a toda la gente que esté en ese momento, para humillar a la chica y después grabar en un bar lleno de personas.

Pues resulta que yo llegué sólo con tres pares de tacones al studio de @SteveHolmesPorn ya que a él le gusta cortar, mojar, maltratar la ropa o lo que sea que se le venga en mente, como siempre su linda esposa Silvie, tan risueña comenzó a maquillarme mientras platicábamos de nuestras vidas en el tiempo que no nos habíamos visto, para esto a mi dominante ya la habían preparado completamente, ya tenía maquillaje, peinado y vestuarios listos y en base a eso escogieron el vestidito verde claro con flores que vieron el otro día en la foto; luego de una mañana muy agitada, en la que cada uno del staff termina de preparar sus equipos, como pasar el material anterior, formatear tarjetas, a listar luces y demás cosas que ocupen para el rodaje en el bar, nos acercábamos a la puerta para retirarnos del studio, cuando vi en la extensa mesa, todos los dildos, látigos, esposas, pinzas para los pezones, mordazas, floggers, por mencionar algunos, y entre ellos un plug anal bien bonito con colita de caballo, que me pedía a gritos "pórtate mal, se más kinky" y como siempre, siempre, pero siempre quiero ser la mejor en todo, incluso ser mejor que yo misma, pues le pregunté a Steve con mi carita de niña traviesa que si podía llevarlo puesto en mi...

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