La sobrina sin remedio / Posesivos: absténganse

AutorMelody Petite

Siempre pierdo muy rápido el interés en ciertas personas. Aunque soy un libro abierto, realmente tengo muy pocos amigos verdaderos, si no me satisfacen y/o dejan de gustarme, los aparto de mi vida, no sin antes decirles cuáles son las actitudes o defectos que no me agradan para llegar a un acuerdo y poder seguir siendo amigos, aunque algunas veces eso toma más tiempo de lo que se les puede dedicar.

Una de las cosas que me molesta mucho es que sean posesivos, como mi madre o como Giovanni, el primo de mi amiga Eli. Hace ya más de un año que lo conocí, él no es guapo, pero es súper simpático, me agradaba mucho su forma de ser, ese día que lo conocí había una fiesta familiar en la casa de mi amiga, en la cual yo estaba invitada. Me sentía un poco incómoda, pues no sabía cómo comportarme, ya que Eli me comentó que su familiares sabían a lo que me dedicaba. Es un poco difícil estar entre gente mayor, es decir, a mí me vale lo que piensen las personas acerca de mí o de mi profesión, me encanta ser PornStar y mostrar mi cuerpo, sólo que hay momentos y lugares en los que debes comportarte "bien", para no pasar malos ratos.

Al paso del tiempo y rompiendo el hielo, me piden que me tome fotos con ellos: "vaya que no tienen esa doble moral que tanto me incomoda", pensé, entonces me desenvolví por completo, es cuestión de que me digan tantito que no les molesta lo que hago y ufff, le doy vuelo a la hilacha; en eso se acerca un primo mayor de mi amiga y me dice en tono burlón: "¿te puedes tomar una foto con este chavito? (refiriéndose a Giovanni) ... Es que queremos hacerlo hombre" ... No me hubieras dicho eso, pues que me le trepé al cuerpo y le acerqué las bubis a su cara, toda la familia estaba fascinada, risa y risa, y sin reproche alguno por estar "corrompiendo" al chavito (porque creía que tenía menor edad que yo, pero al parecer estamos a la par).

Pues bastó con que me dijeran "una más hardcore que se vea, que lo sienta el chavo" y saqué mis nenas juguetonas para que el muñeco sintiera lo que es bueno, lo apapaché de lo lindo, mientras él se ruborizaba intensamente y reía de nervios; después de eso, seguimos hablando, contándonos chistes y me invitó a bailar, en donde nos armonizamos muy bien al ritmo de la música, giros, medios giros, cambios de manos, compás en nuestros pies, en fin, Gio me agradó muchísimo.

Así fue como empezamos nuestra amistad, cada que nos veíamos teníamos temas de conversación muy amenos y siempre, pero...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR