Le sueltan la correa

AutorRamón Estrada

GUADALAJARA.- "Se fue haciendo lo que más le gustaba", fue el mensaje de la madre Pedro "Perro" Aguayo junior, quien falleció el viernes arriba de un ring, en Tijuana y que fue cremado ayer.

Así despidió Luz Ramírez de Aguayo el cuerpo de su hijo, joven figura de la lucha libre y heredero de la dinastía iniciada por Pedro Aguayo Damián, el llamado Can de Nochistlán, leyenda viviente del pancracio.

Sus hermanas América y Primavera, sin contener el llanto y abrazadas de sus padres, no dejaban de tocar el féretro con el cuerpo del Perrito.

"Dios nos prestó a Pedro 35 años, pero la lucha se lo llevó", agregó la madre.

Desde temprana hora, cientos de personas llegaron a la capilla del Parque Funeral Colonias para despedir al ídolo de los encordados, quien perdió la vida a causa de una lesión cervical mientras luchaba con su amigo, Rey Mysterio Junior, quien no dio declaraciones.

Sin su brillante máscara, famosa en varias partes del mundo, cubierto sólo por un sombrero negro tipo pachuco y unos lentes oscuros que no podían ocultar sus lágrimas, apareció Rey Mysterio Jr. para despedir a su amigo y rival en la función del viernes.

A su lado también estuvieron Konnan, Latin Lover, Rayo de Jalisco Jr., Rayman, América Salvaje y Maligno.

Durante la ceremonia religiosa, Mysterio se mantuvo pegado al ataúd, donde montó una guardia de honor junto con otros de sus colegas.

En el acto de la paz, Mysterio Junior estrechó las manos de cada uno de los familiares.

"Es una muestra más de que uno entrega todo arriba del ring. Pedro...

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